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One-Shot Como flores bajo la nieve (SuguSato)

Historia corta en la sección de literatura
Fandom
Jujutsu Kaisen
Genero
  1. Romance
  2. Amistad
  3. Angts
  4. Hurt & Comfort
Clasificación
Maduro
Advertencias
Menciones a la muerte, sangre, heridas y a la depresión.
Sinopsis
Suguru se sentía como una flor debajo de la nieve, presionado bajo los dolores que habían llegado a su vida por los últimos meses.
Mensajes
174
Puntos de reacción
89
Puntos
137
Suguru llevaba viviendo en la oscuridad más tiempo del que podría admitir.

Desde la muerte de Amanai, el haber pensado que Satoru había muerto, las heridas que Toji le había provocado... sus ánimos de seguir habían quedado enterradas bajo la nieve, como una flor marchita, que lucho por seguir, pero que no lo logró.

Y seguía ahí, bajo la nieve, enfriándose y rompiéndose a pedazos.

Porque no podía seguir, ¿Cómo podría?

—¿Suguru?

El nombrado se volvió a acurrucar en su cama, enterrando su cabeza contra la almohada, su voz saliendo amortiguada.

—Vete.

Satoru dejó de tocar un momento, por lo que Suguru pensó que realmente se había ido, pero luego volvieron a tocar.

—No me voy a ir.

Suguru bufó. Quería levantarse, zarandear a Satoru y decirle que se fuera, que no se quedará, que siguiera con su vida.

Porque él no podía.

Pero no era tan egoísta para obligar a Satoru a quedarse bajo la nieve con él.

—¿No tienes que ir a clases?

—Tú también.

Suguru rodó los ojos, ¿Cómo podría hacer que Satoru entendiera? ¿Cómo le decía que lo abandonará sin hacerlo sufrir tanto?

—Tengo el permiso de Yaga para faltar.

—No lo tienes, él me mando a buscarte.

—Satoru —se quejó Geto— solo déjame.

—No.

Suguru, sin saber como, consiguió levantarse de la cama, arrastro sus temblorosas piernas hasta la puerta y la abrió de un tirón, estaba por gritarle, pero al ver a Satoru, su garganta se cerro.

Satoru tenía su cabello grasoso, su piel, ya de por si pálida, lo era aún más, tenía grades ojeras que seguramente ocultaba detrás de sus gafas.

Se sintió terrible.

No era el único bajo la nieve.

—¿Puedo pasar?

Suguru soltó un suspiró, pero asintió y permitió que Satoru entrará.

—Tu habitación es un asco.

—Lo sé.

Satoru negó con la cabeza, caminando hacia la cama y sentándose en una de las orillas.

—Hace tiempo que no sales de aquí.

—Sí, estoy algo... Ocupado.

—¿Con qué? ¿Fundiéndote con la cama?

—Lo intentaba —Suguru admitió, mirando el colchón, que ya se había amoldado a su figura.

—Suguru —Satoru le susurró con suavidad, tomando su mano, creando pequeños patrones invisibles en su palma— ¿Estás bien?

Suguru se quedó callado un buen rato, solo concentrarse en el suave toque de Satoru en su mano.

—No —admitió, sintiendo como su garganta se cerraba ante la admisión.

Satoru asintió, lo sabía, carajo, claro que lo sabía, pero esperaría a que Suguru lo admitiera.

—Pasó todo el día recordando eso, no puedo evitarlo, viene a mi una y otra y otra vez, me vuelve loco —un sollozo escapo de los labios de Suguru— puedo sentir como el cuerpo de Amanai cae a mi lado, como el idiota de Fushiguro me dice que moriste.

Su pecho se presiono, su respiración se volvió irregular, moviendo su mano libre para apretar su camisa, justo encima de su corazón.

—Luego viene el dolor en mi, siento como las armas de Toji pasan por mi piel, como desgarran todo a su paso, como me quedo sin aliento y no puedo moverme... No puedo hacer nada, solo me quedo ahí, viendo como se lleva a Amanai como si fuera basura, como si no importara lo que ella sintiera... Mis manos tenían la sangre de ella, o tal vez era la mía, no lo recuerdo, solo siento como empiezo a desmayarme, pero, Satoru... No quería morir... No quería estar ahí, me quería ir, quería regresar a esta habitación, jugar un videojuego contigo y olvidar todo. Olvidar el dolor, olvidar a Amanai, olvidarlo todo.

Suguru sollozo más fuerte cuando Satoru lo atrajo hacia un abrazo, acariciando su cabello con lentitud, podía sentir como algo caía en su cabello, seguramente Satoru también estaba llorando, pero toda su fuerza se había vuelto a desvanecer.

—Pero no lo puedo olvidar, no puedo... Y eso me duele mucho más.

—Yo... Lamento no haber venido antes —Satoru le susurró, apretando los labios para no sollozar, apretando su agarre en Suguru— debí haber venido antes.

Suguru negó con la cabeza, no era culpa de Satoru.

—Y... Yo también quisiera que todo volviera a ser como antes, pero no puedo hacer eso, perdón, quisiera hacer eso.

Suguru sollozo, levantando la cabeza con suavidad.

—Yo también quisiera hacer eso.

Pero no podían, no podían hacer eso.

Solo podían aferrarse el uno al otro, porque era lo que les quedaba.
[Once años después]

—Geto-sensei —Yuuta se quejó, dejándose caer junto con Inumaki, ambos estaban cansados, Geto-sensei era demasiado estricto con ellos.

—¿Torturando a los de segundo, Suguru? —Satoru preguntó con una sonrisa, entrando al campo de entrenamiento, los de primer año caminando detrás de él.

—No los estoy torturando, simplemente ellos son demasiado débiles.

Satoru sonrió, mirando como Panda, Maki, Yuuta e Inumaki seguían en el suelo, sin tratar de levantarse.

—Les dije que debían entrenar antes de pasar a segundo, debieron hacerle caso a su genial, guapo y muy perfecto profesor.

Suguru sonrió, mirando como los de segundo se levantaban para tratar de lanzarse contra Satoru.

Les había costado llegar ahí.

Carajo, les había costado mucho.

Tuvieron que ir, a regañadientes, a la terapia que Yaga les concreto.

Las cosas parecieron empeorar por unos meses, pero luego comenzó a cambiar.

Y como la nieve que aplasta las flores en invierno, su dolor se terminó por derretir cuando la primavera llego, dejando que ambos salieran a ver el sol de un nuevo día.​
 
¡Holaaa! ¡Qué bonito escrito! Creo que me spoileé, pero no pasa nada, leer esto era más importante (?) uwu. Me ha encantado cómo has usado la metáfora de la flor bajo la nieve para estructurar todo tu relato.
Pero no era tan egoísta para obligar a Satoru a quedarse bajo la nieve con él.
Owww, la verdad sí se me hizo muy triste todo, a la vez que me da ternura la relación que tienen ellos dos en el relato, porque exponen libremente sus vulnerabilidades al otro, lo que da cuenta de la confianza y el amor que se tienen.
Pero también el final fue lindo, agridulce, tierno. Le das un cierre que termina bien al fin y al cabo porque poco a poco las cosas vuelven a la normalidad y, si bien esas heridas emocionales no se olvidan, sí se pueden superar. :pepelove:
¡En fin! Muchas gracias por compartirnos tu hermoso escrito. Y también por participar de la actividad. ¡Sigue escribiendooo! :duckduck:
 
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